sábado, 19 de septiembre de 2009

La ley de medios pone a la "realidad mediática" en duda

Prendemos la televisión y escuchamos a un periodista hablando sobre la “ley mordaza K”. Compramos el diario Clarín y en primera plana leemos “La ley de Control de Medios K”. Escuchamos por la radio que “si sale esta ley, no vas a poder escuchar la música que te gusta”. Ponemos TN y leemos en uno de sus zócalos que “TN puede desaparecer”. Cambiamos de Canal, y en América 24 entrevistan a un periodista venezolano hablando del control de medios en Venezuela, que nos dice “todavía están a tiempo para frenar esta ley mordaza”. Así nos “informan” los grandes medios durante buena parte del día. En el laburo no faltan las charlas sobre la “indignación” que nos produce esta “ley K”, que, “obviamente”, es “para controlar los medios independientes”.

Es ahí cuando pensamos que no quedan dudas, “lo dice la tele y lo escucho en la radio”, “lo dicen todos”: La ley de medios K (no hay que olvidarnos de poner la letra K a continuación de “medios”) es para controlar la prensa. Y es lógico, la prensa nos muestra la “realidad”, y esta claro que los K no quieren que la conozcamos, por ser desfavorable a sus intereses.

Si ese es el “razonamiento” que tenemos, la batalla por la colonización de la subjetividad la han vuelto a ganar los medios. “Razonamiento” entre comillas, porque lo único que hicimos fue repetir lo que escuchamos en la televisión o la radio por algún periodista condicionado por la empresa en la que trabaja.

Este tipo de comportamientos es el que venimos criticando desde nuestro espacio. El individuo como “ser pensado” por los medios de comunicación concentrados.

Quizá algunos de los que criticaban entradas como ésta, o como ésta, hoy estén re-planteando sus anteriores razonamientos. Es que lo que estamos viviendo hoy en día, con el intento (por ahora) de reformar la ley de radiodifusión y el constante ataque de la prensa por evitar su modificación, pone en evidencia el rol de los medios de comunicación como comunicadores de una “realidad” que hasta hace poco era indiscutible, al menos por el grueso de la sociedad.

¿Como poder creer que las críticas y el constante ataque a la ley de medios audiovisuales por parte de los grandes medios de comunicación, poseen un mínimo de objetividad, si son ellos los principales perjudicados con la misma?

Esta pregunta es fundamental. Poner en duda la “realidad” mediática, es el primer paso para recuperar la razón que en algún momento perdimos. No es fácil replantearse toda una forma de vivir, delegando el razonamiento al imperio de los medios: Todo lo que hasta ahora creímos se desvanece en el aire.

Si ponemos en duda la “realidad” que nos muestran los medios de comunicación con respecto a la ley de medios audiovisuales, porque sabemos que existen intereses detrás de esa “realidad”, ¿porqué no poner en duda absolutamente toda la “realidad” que sale de aquel televisor, aquella radio o aquel conocido diario? ¿Porqué no pensar que detrás de toda noticia está el interés de la empresa que la entrega, o que detrás de toda noticia existe un negocio privado?

Estás, son preguntas que en definitiva surgen de realizar un razonamiento deductivo al respecto.

La teoría de la “Ley K” para controlar a los medios “independientes” para que no muestren la “realidad”, es entonces equivocada. Es equivocada porque lo que antes considerábamos “medios independientes” en realidad no lo son, ya que al menos no pueden ser independientes de sus propios intereses. Es equivocada porque entonces la “realidad” que nos muestran, no deberá ir en contra de dichos intereses.

Pero podemos avanzar un poco más allá y postular que:

Parte de la “realidad” que nos muestran los medios de comunicación es funcional a sus propios intereses, por lo tanto puede haber sido manipulada, parcializada, editada, para luego ser entregada finalmente al receptor.

Quizá la total independencia de los medios no sea posible nunca. No importa. Lo que se trata de lograr con esta nueva ley de servicios audiovisuales, es simplemente incrementar la cantidad de transmisores de información o de opinión, con diferentes puntos de vista e intereses, para que todos los sectores, incluso los que hasta hoy fueron ninguneados por la gran prensa, vuelvan a tener voz. Es en el contraste de realidades que inevitablemente ocurrirá si la ley prospera, donde se generará una duda, de esa duda un razonamiento, y de ese razonamiento un pensamiento autónomo.

6 comentarios:

  1. Más allá de a favor o en contra de esta ley, contame para vos cuál es la "realidad" de este país.
    Contame cómo estamos a nivel de desocupación, de actividad económica, de inversión nacional y extranjera, en inflación, en calidad institucional, en información estadísitica confiable ... y veamos qué tanto difiere de la "realidad" que pintan los medios.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Que tal Anónimo: En este post lo que se trata es de entender que detrás de cada medio y cada noticia hay intereses, y que esos intereses lo alejan de una "independencia" que dichos medios dicen tener. Por lo tanto esa realidad muchas veces es parcial, otras veces se tergiversa, otras veces se repite y repite hasta el cansancio, en fin. El problema es que hoy los que manejan esa información y manejan la opinión pública a través de la misma, son pocas empresas. Democratizar los medios es pluralizar la opinión y la información.

    Luego, puede ser que haya visiones diferentes, pensamientos y opiniones diferentes, que hagan que los consumidores de información puedan elegir.

    No se trata de defender o no al gobierno, se trata de estar a favor o en contra de la diversidad de voces, de pensamientos, de opiniones, algo que hoy en día no tenemos.

    Con respecto a las estadísticas, lamentablemente hoy por hoy el estado no cuenta con un ente confiable, al menos para la opinión pública, y yo creo que en ese sentido la campaña mediática en contra del INDEC a sido funcional a esa falta de credibilidad. Yo no puedo asegurarte que el INDEC maneje cifras confiables, pero tampoco puedo asegurarte lo contrario. Luego, se me hace muy difícil discutir acerca de estadísticas ya que tampoco creo en las privadas. Si creo en que muchas medidas, muchos cambios que realizó el gobierno en materia económica fueron positivos, como la nacionalización de las AFJP. Sin embargo creo que todavía falta un camino muy largo por recorrer para alcanzar una justicia social plena.

    Saludos

    ResponderEliminar
  3. Anónimo, por último, capaz con nuevos actores mediáticos, los cortes de ruta de trabajadores de Terrabusi sean algo más que un "caos de transito" (los sojeros cuando cortan las rutas están "haciendo patria"). Esa visión sesgada de la realidad te está diciendo el tipo de ideología de los hoy manipuladores de la información.

    ResponderEliminar
  4. Fernando, el análisis que hacés me parece impecable. Suscribo 100%.

    Respondo al anónimo: La realidad es que las cosas se pueden ver desde distintas ópticas, y los resultados no siempre son iguales. Cualquiera puede decir hoy que el desempleo y la pobreza están aumentando en Argentina, amén del INDEC, y yo, que soy oficialista, puedo incluso admitir la posibilidad de que sea cierto. La pregunta en tal caso es, ¿de dónde venimos? ¿en dónde estamos?

    Cualquier análisis respetuoso y responsable del kirchnerismo como proceso y no como una foto, indica que las variables que hoy horrorizan fueron todas mejoradas durante los primeros años kirchneristas: bajó la pobreza, la indigencia, la mortalidad infantil, el desempleo, la tasa de HOMICIDIOS y de DELITOS (sí, exactamente, simplemente recurrir a fuentes internacionales como la ONU es suficiente para determinar que los delitos hoy, en relación a 2001, están en la mitad y que el índice de homicidios por robo, hoy, son comparables a los de los EEUU). Incluso, se revirtió una tendencia en alza en forma lineal desde la dictadura: el trabajo informal. Venimos del peor de los mundos, y no estamos en el mejor. Pero sí en uno mucho mejor que aquel, el problema es que la memoria nos dura poco, muchos olvidaron ya que no tenían empleo, o que debían conseguir bonos para comprar comida en los "trueques" del barrio.

    ¿Dónde estamos? En medio de la peor crisis de la historia, al menos, desde 1930, es decir, en casi 80 años. En España el desempleo es casi del 20%, en EEUU es récord, quebraron empresas de las mas grandes del planeta, se le paga a la gente por irse a vivir a otros países. Brasil tiene la peor crisis industrial en quince años, y podria seguir. Todos sufrimos los coletazos de la crisis. En Argentina también, claro. Pero la opción superadora es ver como resolvemos los problemas entre todos. Tomar los problemas que se puedan presentar como argumento para destituír al gobierno, y acusarlo de ser algo que jamás fué (por ejemplo, de generar desempleo) es incomprensible y en ese sentido uno se pregunta si la intención de los medios no será, en realidad, instalar un gobierno que les permita devaluar como lo hizo Duhalde, flexibilizar el empleo, eliminar trabas e impuestos para la exportación y la importación, etc.

    ResponderEliminar
  5. Muy bueno el resumen Martín! A veces entre tanta discusión sin sentido, ante tanta manipulación y engaños, hace falta ir a las fuentes, a las estadísticas (si no son las del Indec que sean las de la CEPAL o las que vos citas) porque son las únicas herramientas para entender, como vos decís, de donde venimos, donde estamos, y hacia donde debemos ir. Tenemos que tener en cuenta cuales fueron las políticas que nos llevaron al 2001, ese experimento neoliberal que nos dejó con un endeudamiento externo inmenso y una industria nacional inexistente. Si no entendemos eso, difícilmente vamos a poder entender de que lado debemos estar para poder ser un país mejor.

    Saludos!

    ResponderEliminar
  6. http://historiasencomun.blogspot.com/
    Les dejo mi dirección de mi blog ya que según he leído por ahí es una de las formas de difundirlo y así conseguir ingresar al selecto grupo de los buscadores de google.
    saludos
    sebastián

    ResponderEliminar